A lo largo de la historia, el oro ha sido uno de los recursos más explotados y extraídos debido a su alto valor y múltiples usos en la economía y la industria.

En la actualidad, existen países que destacan por albergar vastas reservas de este metal precioso, lo que les ha permitido consolidarse como potencias económicas o mantener una activa industria minera que impulsa su crecimiento. Latinoamérica, una región históricamente explotada por su riqueza en minerales, ha sido testigo de una intensa extracción de oro desde la época de la colonización. Sin embargo, en la actualidad, hay un país latinoamericano que sobresale por poseer las mayores reservas de este metal.

Brasil es el país de América Latina con mayor reserva de oro, con aproximadamente 2.400 toneladas en su territorio. Sin embargo, enfrenta diversos desafíos, entre ellos, la expansión de la minería ilegal, un problema que no solo afecta su economía, sino que también genera serias consecuencias ambientales, especialmente en la región del Amazonas. La extracción no regulada del oro ha provocado deforestación, contaminación de fuentes hídricas y afectaciones a las comunidades indígenas que habitan en esta zona.

A pesar de estas dificultades, el país continúa implementando medidas para regular y supervisar la actividad minera con el objetivo de minimizar su impacto negativo y garantizar una explotación más sostenible. A través de normativas más estrictas y el fortalecimiento de las instituciones encargadas de fiscalizar la industria minera, Brasil busca equilibrar el aprovechamiento de sus riquezas naturales con la protección del medio ambiente y el bienestar de sus habitantes.