Los precios del oro alcanzaron los 2.000 dólares la onza por primera vez el martes 4 de agosto, el último aumento en un activo visto como un refugio en medio de la incertidumbre económica.

El metal precioso alcanzó el punto de referencia simbólicamente importante cerca de las 16:15 GMT antes de descender un poco. Los precios del oro han aumentado más del 30 por ciento este año, ya que el brote de coronavirus ha debilitado la economía y ha nublado las perspectivas.

Los lingotes para entrega inmediata aumentaron un 11% en julio, la mayor ganancia mensual desde 2012. El alza ocurre mientras los inversores están monitoreando de cerca los esfuerzos en Washington para negociar un nuevo paquete de alivio de coronavirus que muchos consideran clave para mantener a flote la economía a medida que la pandemia frena la actividad.

La pandemia de coronavirus provocó cantidades de estímulo sin precedentes para apuntalar economías, incluidas tasas más bajas, que son una bendición para el oro sin intereses. Las tensiones geopolíticas a fuego lento también están impulsando la demanda. Las participaciones en fondos negociados en bolsa de oro y plata han alcanzado un récord la semana pasada debido a la preocupación por las consecuencias de la demanda de combustibles pandémicos de coronavirus para los paraísos.

Incluso cuando el oro alcanza nuevos máximos, hay muchos pronósticos para ganancias sustanciales adicionales. Goldman Sachs Group, Inc. - una firma líder en el área de banca de inversión y gestión de inversiones y valores - dice que el oro puede subir a $ 2,300 ya que los inversores están “en busca de una nueva moneda de reserva”.
Mientras que RBC Capital Markets - banco de inversiones globales que presta servicios en banca, finanzas y mercados de capitales a corporaciones, inversores institucionales, gestores de activos y gobiernos a nivel mundial - pone las probabilidades de un repunte a $ 3,000 al 40%.

Los especialistas aconsejan sobre el buen momento para “revolver los cajones y buscar las alhajas que aún se salvaron de las anteriores crisis”. No hubo mejor momento en la historia para desprenderse del Oro que ya no se puede usar.