La batería de nuevos relojes que acaba de presentar Rolex para este año es de órdago. Quizás porque tenía muchos aniversarios que celebrar: tres de los modelos deportivos más populares de la marca de la corona cumplen años en 2023: el Daytona, 60; y el Submariner y el Explorer, 70 cada uno. Sin embargo, Rolex suele conducirse con sobriedad, a diferencia de otras relojeras que tiran la casa por la ventana cuando festejan un cumpleaños. No ha habido ningún nuevo Submariner, aunque sí algún Daytona y Explorer inéditos. La sorpresa ha llegado por otros derroteros.
Esta vez, Rolex ha alumbrado una nueva colección, de nombre Perpetual, que se enmarca dentro de la categoría de “relojes de vestir”. Hacía 11 años que la firma no descubría una nueva gama de relojes, desde que en 2012 dio la bienvenida al Sky-Dweller. Y ha gustado mucho, muchísimo.
El primer Perpetual, el austero 1908, se inspira en uno de los Rolex originales equipados con el rotor Perpetual, el Oyster Perpetual de 1931. Para que todo cuadre, han tomado para denominarlo el año en el que el fundador de la compañía, Hans Wilsdorf, ideó el apelativo Rolex para rubricar sus creaciones. También entonces registró la marca en Suiza, si bien había fundado la sociedad tres años antes en Londres con el nombre de Wilsdorf and Davis.
De estética clásica pero actual, el 1908 muestra una caja fina, un bisel en parte abombado y en parte estriado, números arábigos, índices de hora facetados, aguja de las horas con una distintiva cavidad circular y una minutería de ferrocarril que recorre tanto la esfera como el segundero de las 6 h. Se ciñe con una correa de piel de aligátor marrón o negra y se ajusta con un cierre desplegable doble.
El fondo es transparente, algo nada habitual en los Rolex. Por él asoma un nuevo calibre, el 7140 de cuerda automática, desarrollado y fabricado por Rolex. Para ganar en elegancia, el calibre, que recibe la energía de una masa oscilante esqueletada de oro macizo, está decorado. La superficie visible de sus puentes se han rematado con Rolex Côtes de Genève, que se diferencia de las tradicionales cotas regulares Côtes de Genève por el ligero surco pulido entre cada banda.
Además, el movimiento, con una reserva de marcha de hasta 66 horas, incluye el escape Chronergy, resistente a fuertes campos magnéticos, la espiral de silicio Syloxi y los amortiguadores Paraflex, que aumentan la resistencia a los golpes. Y, como todos los Rolex, el Perpetual 1908 lleva la certificación Superlative Chronometer, que garantiza un excelente rendimiento.
Hay cuatro variantes: en oro amarillo (22.000 euros) o blanco, con esfera blanca o negra, y en un tamaño que muchos consideran perfecto: 39 mm de diámetro y 9,5 de grosor. Con la introducción del 1908, Cellini desaparece. Tampoco le prestaban mucha atención últimamente (solo quedaba en el catálogo el Moonphase). Ahora dice adiós con un digno sucesor.
Fuente:www.revistagq.com