La turquesa, la prima azul del lapislázuli, ha sido conocida y valorada durante cientos de años. Las antiguas minas del Sinaí, Egipto, ya se explotaban en el 2000 A.C. En la actualidad la turquesa más fina se encuentra en Irán.
La turquesa se envío por primera vez a Europa a través de Turquía, de ahí su nombre que proviene de "turco" en francés. Los amantes de las gemas nunca han perdido su fascinación por el brillante color azul cielo de la turquesa. Se volvió una piedra clásica para engastes con plata. Las piedras de turquesa en corte cabujón se usan para todos los tipos de joyería, incluyendo broches, collares, brazaletes, anillos y pendientes.
Se cree que la turquesa promueve la buena fortuna, la felicidad y una larga vida. La turquesa es una piedra zodiacal para los nacidos en diciembre.
En realidad la turquesa es uno de los tipos de gemas más clásicas usadas frecuentemente en anillos, a pesar de su suavidad. La turquesa también es ideal para otros tipos de joyería, incluyendo pendientes, pines y broches, así como también collares y colgantes de moda.