El gemelo tiene una larga e interesante historia entrelazada con el desarrollo de la ropa "ajustada", que requirió el uso de botones. Desarrollo posterior del ojal "trabajado", la Revolución Industrial y la evolución de la moda masculina, que culminó con el "puño francés".

La ropa en tiempos prehistóricos tendía a ser funcional y relacionada con el estilo de vida de los cazadores-recolectores y la agricultura posterior. El cuero, las pieles y las telas tendían a envolverse alrededor del cuerpo y atarse. A medida que estas sociedades antiguas evolucionaron, se desarrolló la idea de "estatus" junto con los símbolos de estatus. En términos de sujetadores de ropa en la antigua Irlanda, me vienen a la mente los elaborados sujetadores de vestidos de la Edad del Bronce.

En el siglo XVII, el puño de encaje decorativo del Renacimiento comenzó a dar paso a estilos más prácticos. Al principio, los nobles comenzaron a usar cintas para atarse los puños y su elegancia se consideraba un símbolo de estatus.

A finales del siglo XVII, las cintas fueron reemplazadas por botones con joyas que se llamaron botones de manga.

  • Los botones de las mangas eran mucho más simples que el encaje.
  • También eran mucho más interesantes visualmente que las cintas.
  • Los botones de manga se hicieron muy populares muy rápidamente en el siglo XVII.

En la época del rey Jorge (1738-1820), estos botones se habían vuelto mucho más ornamentados. un estilo favorito era crear pinturas en miniatura en la parte inferior de una pieza de vidrio o cuarzo. Sin embargo, todavía era una chuchería de las clases de élite, y su producción era bastante cara debido a los costos de materiales involucrados. Esto, como tantas otras facetas de la sociedad europea, cambió rápidamente con la próxima Revolución Industrial.

Al comienzo del reinado de la reina Victoria (1837-1901) y hacia el final de la Revolución Industrial británica, la clase media adoptó gemelos. Los gemelos a menudo han ido acompañados de tachuelas a juego para la parte delantera de la camisa, especialmente para ropa formal de los siglos XIX y XX.

En 1882 George Krementz inventó una máquina basada en un cartucho de la Guerra Civil. Produciría en masa botones y gemelos de una pieza a muy bajo precio, lo que permitiría a todos disfrutar de lo que alguna vez fue el dominio exclusivo de los ricos y privilegiados.