A pesar de que poseía una nada despreciable colección de tiaras, la única que la Reina Victoria Eugenia decidió vincular a España fue la conocida como Tiara de la Flor de Lis.

Una elección para nada casual teniendo en cuenta que sus motivos representan tres flores de lis: el emblema de la Dinastía Borbónica. Debido a esto, es considerada la pieza más representativa y simbólica de la monarquía española.

Los expertos la califican como "excepcional" debido al inconmensurable precio que podría alcanzar si algún día saliese a la venta, cosa muy poco probable aunque no imposible (la propia Victoria Eugenia vendió muchas de sus alhajas para poder mantenerse económicamente durante su exilio).
Se trata de un encargo de Alfonso XIII a la joyería Ansorena que fue entregado como regalo de boda a su esposa en 1906. De hecho, la consorte lo estrenó el mismo día en que se dieron el 'sí, quiero'.

Se trata de una tiara realizada a base de diamantes y ocho perlas sobre una base de platino. El elemento más destacado en la parte central es una flor de lis enmarcada por volutas vegetales y que en su versión original estaba coronada por una novena perla que sobresalía del resto de la pieza. Ésta y el resto de perlas con el tiempo serían sustituidas por unas esmeraldas que la Reina Victoria Eugenia heredó de su madrina, la Emperatriz Eugenia de Montijo.

Joyas de la corona española: La Tiara de la Flor de Lis

La versión original era totalmente circular y cerrada, pero posteriormente se iría abriendo conforme a la moda imperante en cada época hasta convertirse en la tiara abierta que es hoy en día. Unos cambios que en ningún momento alteraron lo único que ha permanecido impasible desde el primer momento: el diamante de 10 quilates de la flor central.

La Reina Victoria Eugenia la lució en numerosas ocasiones a lo largo de su vida, siendo vista por última vez con ella en la cena de gala previa a la boda de la Infanta Pilar, en 1967. Tras su muerte recogió el testigo Doña María de las Mercedes (esposa de Don Juan de Borbón) y con el tiempo tanto la Reina Sofía como la Reina Letizia le devolverían el esplendor de tiempos pasados.