Durante su visita a ARCO estrenó un vestido del diseñador Moisés Nieto y unos originales pendientes con cristales de diferentes colores. Estos últimos pertenecen Cashfana, una joven marca al frente de la cual están dos hermanas de la Costa Brava que vuelcan su pasión por los viajes en sus vistosas piezas. Son collares, colganges, pendientes y anillos a todo color, con motivos icónicos de ciertos países como Colombia, India, México o Italia.

María y Esther cuentan desde su cuenta de Instagram cómo comenzó esta aventura: fue durante sus años como estudiantes universitarias. Ambas estudiaban Derecho en la Universidad de Pamplona y durante un verano se fueron a realizar prácticas a Bangladesh a un proyecto solidario conocido como “el banco de los pobres”.

Se reservaron unos días para visitar Nepal y su madre les encargó una misión: encontrar las famosas ring pashminas, de un cashmere tan fino que pueden pasar por un anillo. Según cuentan ellas esta era una tradición que les habían inculcado sus padres, conocer de cada destino que visitaban qué era lo más típico cultural, gastronómica y artesanalmente.

El último día antes de volver dieron con estas famosas pashminas. De ahí surgió el nombre de esta marca, Cashfana resultado de unir la palabra de Cashmere, su apellido y el de otra amiga que se unió a ellas en esta primera etapa. Comenzaron vendiendo en la universidad bufandas y pashminas que le compraban a aquel vendedor de Nepal que conocieron en su viaje.

Después de terminar la carrera, dejaron esta experiencia universitaria y se dedicaron a desarrollar su trayectoria en la abogacía. Al llegar la pandemia todo cambió, Esther entró en ERTE y María se había ido a vivir a Estados Unidos. Retomaron entonces aquel proyecto que tanto les divirtió y que era la excusa para hacer algo juntas. Cashfana se transformó entonces en una marca de joyas. Contactaron con una artesana que conocieron en Italia y le pidieron algunos collares. A partir de ahí la marca fue creciendo. La originalidad y el trabajo son para estas hermanas la clave de éxito.

Desde 2020 sus piezas se han ido vendiendo a todo el mundo desde su página web y algunas de las mujeres con más estilo, como Sassa de Osma o Isabelle Junot las han elegido para darle ese toque de color o especial a sus estilismos.

Todos sus collares están pintados a mano en cerámica y tienen una historia detrás inspirada en sus viajes o recuerdos de infancia. Los pendientes Babidi, pertenecientes a la colección Locos, tendrán ya su propia historia ligada a ese día en el que la reina Letizia los escogió para llevarlos a ARCO.