Cuando hablamos de turmalina, hablamos de un universo inigualable en el mundo de las piedras preciosas debido a su enorme variedad de colores. Estamos hablando de un mineral que contiene una estructura extremadamente compleja, la cual cuenta con iones de sodio, magnesio, aluminio, litio, hierro los cuales le confieren diversidad de tonos que la han posicionado entre las gemas más amadas en joyería desde la antigüedad.
Efectivamente se cree que su nombre provenga del singalés Turamali que significa Piedra de colores mezclados.
La turmalina en la historia
Los griegos, unos 2000 años atrás, hablaban de una roca que tenía la propiedad de atraer cenizas y trozos de paja y madera al ser expuesta al calor. A su vez en la Roma antigua Plinio el viejo, quién es una de las más emblemáticas figuras de la historia de las ciencias naturales, la menciona llamándola “lincurum”. Lo cierto es que debido a la similitud con otras gemas fue muy usada en joyas de diferentes coronas del mundo, en las que se la tomaba por rubí.
Fue introducida en Europa por los holandeses en el siglo XVI, quienes la traían de Ceylán (hoy Sri Lanka). Luego de la conquista del continente americano buena parte de las turmalinas proveían de Brasil.
Colores de la turmalina
Se dice que no hay ninguna otra gema que muestra más diversidad de colores, tonos y matices que la turmalina.
- Rubelita: es una turmalina de color un rojo que tiene gran similitud con el rubí. Es una variedad muy rara y muy amada. Al mismo tiempo debido a sus inclusiones los ejemplares claros y aptos a ser usados en joyería son escasos y por lo tanto muy costosos. El color de la rubelita es debido al manganeso y parcialmente al litio. Su característica fundamental es que su color no cambia de tono aunque se la observe bajo diferentes fuentes de luz. Otras turmalinas rojas o rosas señalan una tonalidad hacia el marrón bajo luz artificial.
- Turmalina negra: se la conoce con el nombre de Schorl y su descubrimiento tuvo lugar en el 1400 en Zschorlau, Alemania de allí deriva su nombre (Schorl o chorlo en español).
- Turmalina verde: los colores que muestra este tipo de turmalina van del verde botella oscuro al verde azulado. Dependerá de la cantidad de hierro que se sume a su agente colorante magnesio que la turmalinas verdes mostrarán tonalidades de amarillo.
- Turmalina cromo: esta tipología de turmalina es de un verde intenso debido su componente cromo, agente que no se encuentra en las otras turmalinas de este color. En general las turmalinas cromadas se encuentran sólo en pequeñas dimensiones.
- Indigolita: es la variedad de color azul de la turmalina. Es una tipología de turmalina verdaderamente exótica, de profundo color azul y a causa de su rareza y de su belleza son muy codiciadas en el mundo de la joyería internacional de alto nivel. Sus agentes colorantes son el manganeso y el hierro.
- Paraiba: es el ejemplar más nuevo de la turmalina, descubierto en los años 80 del siglo pasado, en la región de Paraiba, Brasil (de allí su nombre) La turmalina Paraiba de un día para el otro conquistó el mercado gemológico convirtiéndose en una de las gemas más amadas por los grandes diseñadores de alta joyería. Efectivamente la turmalina Paraiba está en toda colección de joyas que se precie. Su color es definido como un celeste azul piscina, de tonalidad neón. ¡Una verdadera maravilla! La inusual presencia de cobre hace posible este color subyugante.
- Turmalina rosa: presenta un color rosa viejo que enamora a primera vista. Este color se debe a trazas de manganeso, que curiosamente es responsable de los colores más femeninos en el mundo de las gemas (entre otras la Cunzita y la Morganita son coloradas con este agente).
- Turmalina sandía: es una turmalina que combina varios colores en el mismo cristal. Tallada transversalmente muestra un borde verde (a causa de cromo y litio) un borde blanco y al interno es de color rosa, que como ya dijimos obtiene este color a causa del manganeso. De allí su nombre por la similitud a una rodaja de sandía.