El lapislázuli es una piedra preciosa opaca de color azul profundo, utilizada en la antigüedad y a lo largo de las generaciones.
Todavía sigue siendo popular hoy en día, y sigue siendo una de las gemas opacas más importantes. El lapislázuli está compuesto principalmente por el mineral Lazurita, con otros minerales adicionales que incluyen Calcita blanca y motas brillantes de Pirita.
Los cristales de pirita incrustados en la mayoría de lapislázuli se suman al brillo y la naturalidad de esta piedra preciosa, y cuando se distribuye uniformemente en pequeñas cantidades lo hace más deseable. Un color azul más profundo hace que esta piedra preciosa sea más valiosa, así como una cantidad mínima de manchas o rayas de Calcita blanca.
El lapislázuli es una piedra sensible, y puede romperse fácilmente cuando se golpea. También es relativamente suave, por lo que se debe tener cuidado para evitar que se raye. Asimismo es ligeramente poroso y debe protegerse de productos químicos y solventes de limpieza.
Se usa principalmente en pulseras, collares y colgantes. Los tallados y utensilios adornados también están tallados en lapislázuli, especialmente tallados de animales, cajas de rapé y talismanes.
La fuente más importante de lapislázuli es Afganistán. Otros depósitos comerciales se encuentran en Rusia y Chile.
La energía azul oscuro de lapislázuli es perfecta para mejorar el respeto y la compasión en nosotros mismos. Los cristales azul oscuro nos enseñan humanidad, discreción y honor. Nos ayudan a actuar de manera más caritativa y centrar nuestros esfuerzos en el servicio a los demás. Aporta armonía y un profundo autoconocimiento interno. Fomenta la autoconciencia, permite la autoexpresión y revela la verdad interna, proporcionando cualidades de honestidad, compasión y moralidad a la personalidad. Estimula la objetividad, la claridad y fomenta la creatividad.
Lapislázuli ayuda a confrontar y decir la verdad e inspira confianza. Vincula las relaciones, ayudando a la expresión de sentimientos y emociones.
El lapislázuli estimula el sistema inmunológico, purifica la sangre, disminuye la presión arterial, refresca y calma las áreas de inflamación. Alivia el insomnio y el vértigo, y supera la depresión. Beneficia los sistemas respiratorio y nervioso y la garganta, las cuerdas vocales y la tiroides, limpia los órganos, la médula ósea y el timo.