Diana de Gales poseía una increíble colección de joyas, desde reliquias de la familia Spencer hasta obsequios en forma de conjuntos de diamantes. Estas son solo algunas de las piezas que podrían pasar a manos de las duquesas de Cambridge y Sussex.
Su primera gargantilla de perlas
Decir que Diana era una fanática de las perlas es quedarse corto: muchas de sus piezas favoritas estaban hechas con perlas, incluyendo su gargantilla favorita, de tres hilos de perlas con un cierre en forma de flor. El collar fue un regalo de su familia por su 18º cumpleaños, muy similar a los que sus hermanas mayores habían recibido al hacerse adultas.
El collar con broche de zafiro
El broche de este collar fue un regalo de la Reina Madre cuando Diana se casó con Carlos, un záfiro brillante que más tarde se convertiría en la pieza central de este collar de perlas de siete vueltas. Es una de sus joyas más famosas, la misma que llevó a la recepción del presidente Reagan en la Casa Blanca en 1985, donde bailó con John Travolta.
Los pendientes de aguamarina y diamantes
En su debut en el Festival de Cannes de 1987, la princesa Diana lució estas increíbles aguamarinas en forma de pera, rodeadas de diamantes y suspendidas de un racimo de flores de diamantes, con un vestido y un chal de gasa azul pálido de Catherine Walker a juego. Unos pendientes concebidos para una alfombra roja, ¿que tal vez veremos en la próxima gran aparición de Meghan?
La tiara Spencer
Esta no es estrictamente una joya a la que Guillermo y Harry tengan acceso directo. Co¡mo su nombre indica, esta tiara pertenece a la familia Spencer, y es la que Diana llevó el día de su boda en 1981. Aunque imaginamos que Kate o Meghan podrían pedirla prestada a la familia Spencer algún día.
El conjunto de media luna
Este elegante conjunto incluye un par de pendientes de diamantes y zafiros en forma de media luna, un collar y una pulsera a juego. Una colección muy moderna en su momento, regalo del sultán de Omán a la princesa Diana.
Un montón de perlas
¿Se pueden llevar demasiadas perlas? Por supuesto que no. Esta pieza se creó utilizando una de las gargantillas de ocho vueltas de Diana, a la que se sumó un collar de perlas más grande. Desde luego que nos imaginarnos a Kate luciéndola.
La pulsera con dijes de oro
Cuando se casaron, Carlos regaló a Diana una sencilla pulsera de oro y en cada aniversario de boda el miembro de la realeza regalaba a su todavía esposa un nuevo dije para añadir a la pulsera. Los colgantes incluían una miniatura de la catedral de San Pablo de Londres, donde se casaron; un par de zapatillas de ballet porque Diana adoraba el ballet; o colgantes con las letras "W" y "H" cuando nacieron sus hijos.
La gargantilla de perlas de once vueltas
Otra pieza perlada, esta vez compuesta por más de 900 perlas, con columnas de diamantes y rubíes. La princesa Diana la llevó en numerosos estrenos de cine y eventos.
Los pendientes de perlas florales
Estas preciosidades fueron un regalo de boda del emir de Qatar, con diamantes blancos en forma de flor y una perla en forma de gota para que fuesen aún más deslumbrantes. La princesa Diana los llevó mucho a lo largo de toda su vida, incluso cuando estaba embarazada del príncipe Guillermo. En esta imagen los llevaba durante una vista privada a Christie's, apenas dos meses antes de su trágica muerte.
Los pendientes de perlas, zafiros y rubíes
Los pendientes de perlas, zafiros y rubíes simétricos, utilizando varias piezas de su joyero. Los pendientes estaban compuestos por una perla y un gran zafiro azul por un lado; y por una perla y un gran rubí rojo en el otro. La fama les llegó durante una gira oficial por Corea del Sur en 1992.
Fuente: www.revistavanityfair.es