Si te preguntamos por diseñadores de relojes que han marcado historia, seguramente el primero (y quizás el último) que te venga a la cabeza es Gérald Genta (Ginebra, 1931–2011), porque está de rabiosa actualidad. Suyos son los bocetos de algunos de los modelos más codiciados de nuestros días, como el Nautilus y el Royal Oak. Por supuesto, Genta no ha sido el único, aunque sí el primero. Antes de él, apenas trascendían los nombres de los profesionales que diseñaban relojes.

Ahora tampoco, la verdad. Aunque sí que algunos creadores han obtenido reconocimiento en la industria por sus contribuciones significativas al desarrollo del reloj de lujo moderno. Aquí te presentamos a los más relevantes. Puede que hasta tengas un reloj suyo.

Emmanuel Gueit

Gueit es ese tipo que hizo cabrear a Gérald Genta, autor del Royal Oak en 1972, cuando éste vio los primeros prototipos de su Royal Oak Offshore de 1993. Entonces, Gueit trabajaba en Audemars Piguet, y le habían pedido que diseñara un reloj masculino y enérgico para los jóvenes. “Mi idea era hacerlo grande y grueso. En ese momento, las mujeres comenzaban a comprar más y más relojes para hombres. Pensé: se están apoderando de nuestras joyas; tenemos que hacer algo que no puedan usar. Así que amplié el Royal Oak, magnifiqué los detalles y lo hice ultraviril”, aseguró en 2016 a la revista Le Point.

Cuando Genta vio sus 42 mm de diámetro y sus 14,5 mm de grosor, le dijo: “¡Me has estropeado el reloj, eres un asesino!”. Pero Emmanuel Gueit y sus jefes habían dado en el clavo, visto el éxito posterior del Royal Oak Offshore. Entonces, Gueit solo contaba con 22 años, pero de relojes sabía un rato. Su padre, Jean-Claude, fue uno de los más grandes diseñadores de su tiempo, inventor de la configuración de arcoíris y creador de la colección Polo de Piaget y del Riviera de Baume & Mercier. El hijo, con 35 años de experiencia en joyería y relojería, ha ideado modelos para Piaget, Harry Winston, Zenith, Hermés, Audemars Piguet y Rolex (diseñó la renovada colección Cellini presentada en 2014), entre otros. Y ha estado en nómina de las compañías Fossil, Graff Luxury Watches y Gaston and Co. Actualmente, sigue al frente de su propio estudio de diseño.

Jörg Hysek

Cuando la longeva enseña relojera Vacheron Constantin cumplió 222 años, en 1977, lanzó la Referencia 44018 de 37 mm (conocida como Historiques 222), con un movimiento ultraplano. Hoy es un caballo ganador, representante de los dorados años setenta y de sus diseños deportivos de lujo de acero con brazalete integrado. ¡Hasta Brad Pitt lo luce! Pues bien, Vacheron le debe el éxito del 222, precursor del Overseas actual, a su diseñador, Jörg Hysek, un alemán de 1953 que se mudó pronto a Suiza y estudió micromecánica y relojería.

Trabajó en el departamento de diseño de Rolex durante cuatro años antes de erigir su propia firma, Hysek Styling. Diseñó para grandes marcas como Cartier, Ebel, Boucheron, TAG Heuer, Seiko y Tiffany & Co. Para Breguet creó el Marine, que hoy se mantiene como uno de los modelos deportivos de la casa, inspirado en la historia de Breguet con la Armada francesa. La marca de relojes que lleva su apellido, Hysek, no cuenta con él, pues la abandonó por discrepancias con su socio. Después, en 2005, Jörg estableció la firma de lujo HD3 Complication junto con otros dos compañeros.

Eric Giroud

Este suizo ha recibido un montón de premios a lo largo de su carrera en la industria de los diseñadores de relojes. Tuvo su propio estudio de arquitectura, se especializó en el diseño gráfico y creó desde instrumentos de escritura a muebles y teléfonos, hasta que en 1997 esbozó su primer reloj. Desde entonces colabora como independiente con las marcas más prestigiosas, unas 60. Ha estado detrás de algunos ejemplares de Vacheron Constantin, Boucheron, Van Cleef & Arpels, Harry Winston, Romain Jerome, MB&F (cuya colaboración con Max Büsser ha dado creaciones increíbles) y Tissot. Se sienta en su oficina aislada del mundo a las 5 de la mañana y hace bocetos hasta la hora del almuerzo, señala en una entrevista publicada por The Rake: “Necesito pasar tiempo con otras personas. También es bueno para las ideas. Y las ideas pueden venir de cualquier parte. Estaba luchando con un proyecto el otro día y luego vi estas increíbles galletas, y eso fue suficiente para que volviera a pensar en el dial”.

Taro Tanaka

A diferencia de los anteriores, el japonés Taro Tanaka trabajaba para una sola empresa: Seiko. Por ello, desplegaba una visión unificadora de la marca, y consiguió imprimir a todas sus colecciones una estética fácilmente identificable. Tanaka se incorporó a la relojera en 1959, y se encargó de todas las líneas del grupo, incluida la de alta gama Grand Seiko. Tres años después desarrolló lo que llamó la ‘gramática del diseño’, una serie de reglas estéticas parcialmente inspiradas en los principios del tallado de gemas y el origami (el arte nipón de doblar papel) que prolongó hasta finales de los setenta. Aquello revirtió en relojes Grand Seiko con grandes superficies planas que se pulen para obtener un brillo perfecto, y en el uso del pulido Zaratsu (el acabado espejo). Todas las superficies y ángulos de la caja, la esfera, las agujas y los marcadores de hora debían ser planos y geométricamente perfectos para reflejar mejor la luz. Tras medio siglo, esa decoración sigue existiendo.