Arnold Schwarzenegger es a los relojes de buceo lo que Daniel Craig es a los relojes de vestir, un dechado de inteligencia y elegancia llevas lo que lleves.
Un elemento horológico básico para cualquier fabricante de relojes es que exista una abundancia de opciones, desde el bisel en parte liso, en parte estriado de un Rolex 1908, hasta los elegantes números romanos del Cartier Tank. Así que, entre tanta oferta, los expertos de GQ hemos explorado el mercado en busca de nuestros favoritos. Pero primero, dejemos las cosas claras.
¿Qué son los relojes de vestir?
Un buen reloj de vestir no sólo será el más elegante de tu colección, sino también la pieza con mayor capacidad de adaptación porque suelen ser relojes con una esfera clara y sin complicaciones superfluas. Por lo general, vienen con una elegante caja de acero o de cualquier metal precioso (normalmente oro amarillo u oro rosa), una refinada correa de aligátor marrón chocolate o negro y un perfil bajo y delgado que permite que el reloj se adapte perfectamente al puño de la chaqueta. Todos los elementos de reloj de vestir están pensados para ser distinguidos, pero eso no significa que no puedas encontrar uno que llame la atención por un precio razonable. Por mucho que nos guste el legendario Calatravra de Patek Phillippe y el talento de un Jaeger LeCoutre Reverso, hay muchas opciones más asequibles (pero deslumbrantes) de marcas como Tissot, Mondaine y Daniel Wellington.
¿Se puede llevar un reloj de vestir todos los días?
Respuesta corta: sí, puedes hacer lo que quieras con un reloj de vestir. En lo que respecta a las situaciones en las que deberías llevar uno, nuestra opinión es que puedes hacerlo prácticamente cuando quieras, siempre que el estilo sea discreto. Ya sea para aportar un toque de encanto a tu look la piscina o para poner el toque final a su traje de etiqueta, este es el tipo de reloj que buscas. Dicho esto, también es bueno reservar el reloj de vestir para las ocasiones especiales. Al ser la joya de la corona de la mayoría de las colecciones, esto ayudará a evitar tanto a) que te aburras de él como b) que los demás se acostumbren demasiado a verlo. Al fin y al cabo, el objetivo de un reloj de pulsera es ser la guinda perfecta del pastel de varias capas que es tu traje.
Cinco de los más impactantes:
- Louis Vuitton Escale Dentro de la nueva colección Escale de LV encontrarás horología pura y refinadas esferas dirigidos al minimalista que hay en ti. Si bien las piezas más sencillas son las ganadoras, no se prive de ir a por todas con la versión de diamantes. Esta caja de 40,5 mm personifica la nueva era de Arnault, con una caja de platino rodeada de pavé de diamantes y una sexy esfera negra mate.
- Parmigiani Fleurier Toric Petite Seconde El cronógrafo OG Toric de oro amarillo podría ser la pieza preferida de Carlos III, pero a nosotros nos gusta más este modelo minimalista. La textura granulada de la esfera es un regalo para la vista. Rodeado por el bisel moleteado característico de la marca, demuestra que el lujo silencioso sigue estando muy de moda.
- Araña Nivada Grenchen Antarctique Esta pieza de 35 mm tiene el aspecto y el tacto de una belleza vintage de los años 50, y la combinación de esfera negra y asas retorcidas es la receta perfecta para el éxito. Pero no es una esfera negra cualquiera. Nivada nos sorprende con unos encantadores detalles de diseño arquitectónico a lo Eames y Lloyd Wright.
- Reloj Grip, De Gucci Una pieza dorada y retrofuturista de Gucci siempre va a quedar bien. Es elegantemente llamativo y realzará cualquier look. La caja de 38 mm en acero PVD y cepillado en oro aloja un indicador de horas saltantes con un declarado encanto vintage que recuerda al mítico Cartier Tank à Guichet. Un extravagante reloj que romperá el hielo en cualquier entorno.
- Rolex Perpetual 1908 El 1908, sin duda el Rolex más discreto que se pueda encontrar, ha hecho saltar por los aires muchas ideas preconcebidas este año. La caja de oro blanco de 18 quilates es tan sublime como extravagante es la larga manecilla horaria Breguet. ¿Y sabes qué? Puede que sea la pieza más encantadora de la Corona de esta década, demostrando que son mucho más que relojes de buceo de acero y cronógrafos de gran flexibilidad
Fuente: www.revistagq.com