El motivo de ese nombramiento se debe a que Franz Mansfeld la presentó en el continente europeo en 1934, fascinado por su aspecto y exclusividad, y a partir de entonces se abrió por primera vez el mercado gemológico argentino, que sigue siendo limitado, no por carencia de minerales, sino más bien por falta de políticas exploratorias, extractivas y productivas adecuadas.

Rodocrosita, la “Piedra Nacional Argentina”

Entre los múltiples símbolos de Argentina ​​—junto a la bandera, la escarapela o el himno— se encuentra la rodocrosita, roca que se ha denominado “Piedra Nacional Argentina”.

Es una piedra semipreciosa, poco abundante, que en el país puede encontrarse en la provincia de Catamarca. Se trata de un carbonato de manganeso de color rosa. El pigmento de las formas impuras varía desde el rosa hasta el marrón claro.

La rodocrosita se forma en depósitos de manganeso alterados y en filones hidrotermales, es decir, espacios en los que algunos sedimentos o rocas sufren los efectos de la circulación de fluidos de agua a altas temperaturas.

Hoy en día es utilizada como fuente de manganeso y también para joyería y ornamentación.
Pese a las limitaciones de políticas exploratorias, extractivas y productivas, todavía en la actualidad las rodocrositas son sinónimo de gemología argentina y son piedras muy bien cotizadas en el mundo.

La única localización de Argentina en la que se extrae la rodocrosita es la provincia de Catamarca, aunque hay algunos reportes de hallazgos en Famatina, La Rioja.