Último aviso a los señores pasajeros para el vuelo de Tiffany & Co. con destino: la relojería de lujo. No, nos hemos vuelto locos, más bien han sido los integrantes del equipo creativo detrás de la prestigiosa joyería neoyorquina los que han decidido saltarse todas las convenciones y fabricar un reloj mecánico de precisión suiza, pero con forma de aeroplano de los años 30, todo bañado en el ultra reconocible (y patentado) azul Tiffany, por supuesto.
No le hacen falta razones a la empresa para crear una rareza como esta pero tampoco es la primera vez que fabrica algo así. Conocida principalmente por sus joyas engastadas en preciosos diamantes, en Tiffany & Co. también son muy buenos relojeros y tienen una colección de relojes de pulsera de cuarzo automáticos muy reconocidos. Sin embargo en esta ocasión, la empresa ha decidido combinar su experiencia relojera con su línea de artículos para el hogar y diseñar esta excentricidad tan divertida.
Aunque no es la primera vez que se adentra en este juego creativo horológico tan interesante. El año pasado realizó una jugada parecida con el reloj New York City Taxi, que como podrán imaginar tenía la forma de un taxi de Manhattan de la década de los 50, aunque con una forma tan estilosa que casi parecía más un Cadillac California descapotable. Y un año antes de eso, lanzaba el Time For Speed, otro reloj temático esta vez, inspirado en los coches de carreras de los 50.
Como ven, Tiffany & Co. ha ido creando toda una rama de relojes con formas de vehículos vintage de todo tipo que se engloban en su colección “Time Objects” de la cual el avión Tiffany Airways, es el último y flamante modelo. Si recuerda a unos de los fantásticos relojes con formas extravagantes del reputado relojero suizo L'Epee es porque lo es. Y es que justo este año, el todopoderoso grupo LVMH se ha hecho con el control del famoso taller y no ha perdido el tiempo en juntarlo con Tiffany, la cual adquirió en 2021.
Elaborado en aluminio coloreado con pintura Azul Tiffany, el reloj Airways pesa unos 3 kg con la base y es una fiel recreación de las aeronaves de los años 30, cuando volar era una emocionante temeridad y no la tediosa e incómoda experiencia en la que se ha convertido hoy en día. En la cabina del avión, simulando ser el motor, encontramos el movimiento del reloj totalmente visible, lo que le otorga a la pieza un aspecto tan industrial como elegante. La cabina del piloto hace las veces de flecha para señalar la hora, que se muestra en grandes discos de acero giratorios que rodean el morro y la hélice del avión. Para ajustar la hora tan solo hay que girar el motor en el sentido de las agujas del reloj, mientras que si se gira en sentido contrario se da cuerda al movimiento.
Algunos detalles son completamente funcionales, como las ruedas de caucho o la hélice, aunque evidentemente, no esperes que salga volando. Sí que puedes simular una travesía si lo colocas con su base metalizada, aunque también se puede exhibir sin ella. El monograma TCO se puede encontrar bien visible en el ala trasera, dándole un aspecto muy señorial. En total son 35 cm y medio de largo por 44 cm de ancho y 27 de alto de pura nostalgia, y puro lujo, pues estamos hablando de que su precio alcanza los 42.000 dólares americanos. Así que aconsejamos no jugar mucho con él como si fuera la avioneta que persigue a Cary Grant en Con la muerte en los talones. Si quieres hacerte con él vas a tener que ir a alguna tienda física o ponerte en contacto con un asesor para clientes.
Fuente: www.revistagq.com